Lecciones para niños – Cómo mantenerlos comprometidos mientras aprenden
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El aprendizaje puede ser complejo y desafiante para los niños más pequeños debido a su corta capacidad de atención. Debido a esto, se hace aún más difícil para un tutor enseñar, ya que es menos probable que el niño se dedique a aprender durante largos períodos sin descansos regulares. Ser tutor o profesor de educación en casa significa que tienes que atender específicamente a ese individuo en lugar de a toda una clase. Esto significa que la atención se centra únicamente en el aprendizaje de un niño, lo que puede suponer una gran presión, especialmente cuando estas circunstancias de aprendizaje suelen ser por períodos más cortos e intensos.
El primer paso para enseñar a los niños y satisfacer sus necesidades es conocerlos, saber su personalidad, lo que les gusta y lo que no, y cómo quieren aprender. ¿Les gusta aprender mirando, aprender haciendo ellos mismos? ¿Son estudiantes independientes o les gusta aprender a través de otros? Observar estas cualidades es esencial, ya que puede facilitar su trabajo como tutor. Además de esto, si quieres crear un entorno de aprendizaje comprometido, debes aprender a saber cuándo no están comprometidos.
Cómo saber si los niños no están comprometidos:
1. Duración de la atención
Es fundamental que cualquier persona que enseñe a los niños sepa que tienen poca capacidad de atención. Tanto si eres un padre que intenta enseñar los deberes, como si eres un tutor o un profesor, es fundamental averiguar cuánto puede tolerar cada niño. Dependiendo de la edad, la capacidad media de atención varía significativamente. Hay múltiples factores que pueden contribuir a que un niño se salga de la media de edad.
- 2 años: 4-6 minutos
- 3 años: 6-8 minutos
- 4 años: 8-12 minutos
- 5-6 años: 12-18 minutos
- 7-8 años: 16-24 minutos
- 9-10 años: 20-30 minutos
- 11-12 años: 25-35 minutos
- 13-15 años: 30-40 minutos
- Mayores de 16 años: 32-50+ minutos
Fuente: CNLD Testing & Therapy
Es importante tener en cuenta que la capacidad de atención de un niño también puede variar en función del tipo de tarea y del tipo de aprendizaje requerido.
2. Lenguaje corporal
Como siempre, cada niño es diferente y aprende a su manera, pero el lenguaje corporal podría ser un elemento clave para determinar si un niño está comprometido con el aprendizaje o no. Algunos signos clave a los que hay que prestar atención son el contacto visual, si están apagados y desenfocados, mirando a la pared o a la distancia. Si es así, es más que probable que el niño no esté prestando atención. Por otro lado, si un niño se muestra atento y sigue tus movimientos, es un indicio de que está involucrado en el proceso de aprendizaje.
3. Expresiones faciales
Otro indicador es la expresión facial. Los niños son mucho más propensos a mostrar sus verdaderos sentimientos a través de las expresiones faciales. Si la expresión de la cara de un niño parece que está desinteresado y aburrido, o que sueña despierto, lo más probable es que no esté siguiendo la lección y esté desconectado.
4. Postura
La postura es un indicador estándar del compromiso de una persona. Aunque en los niños más pequeños, es un poco más difícil de leer en comparación con los niños mayores de cinco años y más. Si el niño se encorva sobre el escritorio, es posible que esté cansado e intente no dormirse. Un niño comprometido estaría sentado hacia arriba y no encorvado. Un método para evitarlo es hacer que el niño esté activo moviéndose por el aula.
5. Fidgeting
Aunque los niños son propensos a moverse y a no quedarse quietos, también es un indicador de falta de compromiso con el aprendizaje. Si dan golpecitos con el pie o mueven las manos, dan golpecitos con el lápiz o hacen garabatos, son factores que indican que no están interesados o que no participan en la actividad.
Es esencial estar atento a estos factores críticos que pueden ayudarle a entender cuándo un niño no está comprometido con la tarea. Ahora que hemos establecido los signos a los que se puede estar atento cuando un niño no está comprometido, es el momento de ver cómo se puede tratar de mantenerlo comprometido mientras aprende.
Consejos para mantener a los niños ocupados en el aprendizaje
1. Crear objetivos
Pedir a los niños que elaboren sus propios objetivos que se ajusten a su aprendizaje les motiva a alcanzarlos. Si trabajan para alcanzar un objetivo que se han fijado, es más probable que estén interesados en lograrlo. Podría haber un conjunto de objetivos que se combinaran para lograr un objetivo final en pasos más pequeños.
Dividir los objetivos más grandes en pasos más pequeños y alcanzables ayuda a motivar al individuo hacia el proceso de aprendizaje. Si sólo trabajan para conseguir un gran objetivo, puede resultar desmotivador que algo no salga como estaba previsto. Por lo tanto, crear objetivos más pequeños y trabajar hacia el gran objetivo permite al individuo estar más comprometido con el aprendizaje a medida que va logrando poco a poco cada objetivo.
Esto no significa que se vayan a alcanzar todos los objetivos y que todo vaya a salir según lo previsto. Lo más probable es que no lo haga. En cambio, es esencial intentar que los objetivos sean alcanzables. Un método eficaz para establecer objetivos es la metodología SMART. Son las siglas de Específico, Medible, Alcanzable, Relevante y Limitado en el tiempo. El uso de este método ayudará al estudiante, y a los que le rodean, a entender los objetivos y a asegurarse de que los puede conseguir.
2. Establezca una rutina de aprendizaje
Un aspecto esencial para motivar a los niños a aprender es tener una rutina. Como se ha visto en las escuelas desde el principio de los tiempos, siempre ha habido un horario: cuándo es cada clase, cuándo son los descansos y los almuerzos, y cuándo termina la «escuela». Esto se debe a que los niños prosperan cuando tienen una rutina. Por lo tanto, es importante considerar la posibilidad de tener una rutina de aprendizaje para las clases particulares o el aprendizaje en casa.
Puede beneficiar a los niños cuando son conscientes de lo que va a ocurrir a lo largo del día. Cosas como saber cuál será la siguiente tarea o actividad y cuándo habrá un descanso y recordarles los límites de tiempo como «quedan 10 minutos de esta tarea antes de que tengamos un descanso de 10 minutos». Esto puede ser muy motivador para los niños, ya que se sienten reconfortados al saber qué es lo que sigue.
Una buena idea para los tutores es crear una página de reservas en la que se puedan introducir las horas de trabajo disponibles, permitiendo al cliente elegir qué horario es el más adecuado para que su hijo aprenda. Esto puede ayudar al compromiso de aprendizaje del niño si tiene una sesión regular que se convierte en parte de su rutina.
3. Añadir pausas regulares
Como ocurre con cualquier persona de cualquier edad, el aprendizaje puede resultar muy abrumador y sobreestimulante; esto es especialmente cierto en el caso de los niños. Volviendo a la escasa capacidad de atención, hay que programar pausas regulares para que puedan descansar entre tareas y actividades. Las pausas frecuentes les permitirán restablecer su cerebro y descansar antes de la siguiente actividad, ya que el aprendizaje continuo puede ser abrumador y agotador. Se necesitan intervalos regulares para mantenerlos comprometidos con el aprendizaje; de lo contrario, se aburrirán, se cansarán y no se interesarán por la tarea.
4. Proyecto Pasión
Un proyecto de pasión es una idea excelente cuando se quiere que el niño aprenda algo y al mismo tiempo lo disfrute. Es esencialmente cuando un niño elige un tema sobre el que puede investigar y aprender y hacer algún tipo de proyecto a partir de él. Normalmente, estos proyectos de pasión incluyen muchas manualidades, juegos, dibujos, coloreados y modelados para crear un gran proyecto sobre un tema que les apasiona. Algunos temas habituales son los dinosaurios, el espacio, los animales, los medios de transporte, los personajes de dibujos animados, etc.
Un proyecto de este tipo ofrece a los niños algo que requiere tiempo de trabajo; normalmente, pueden tardar semanas o incluso meses en completarse, dependiendo del tema y la profundidad del proyecto. Puede ser una forma divertida de inspirar a los niños a aprender y comprometerse con el aprendizaje. Como ellos eligen el tema, querrán conocerlo y disfrutar de la experiencia de aprendizaje.
5. Celebrar el progreso
Cuando se trabaja con cualquier niño en un entorno de aprendizaje, es esencial celebrar todos los progresos, no sólo los hitos. Por ejemplo, trabajar en un proyecto de pasión durante un mes lleva un tiempo considerable y, sin ninguna celebración, puede resultar desmotivador. Por lo tanto, siempre es bueno celebrar cualquier progreso y no centrarse únicamente en cosas como los boletines de notas.
Cosas como las tablas de pegatinas y el tiempo de oro son formas estupendas de motivar a los niños para que alcancen sus objetivos y sigan trabajando duro. Por otro lado, recompensarles con cosas que les gusten, como juegos y actividades artesanales, es una excelente manera de mantenerlos entretenidos y comprometidos con el aprendizaje.
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